Tras las recientes declaraciones efectuadas por el «catedrático Complutense» Aquilino Polaino ante una comisión del Senado, sobre el asunto de la homosexualidad y, teniendo en cuenta que trabajo en la misma institución de la que él ostenta cátedra, deseo manifestar:
- El más absoluto desacuerdo con sus declaraciones
- Se pueden sostener opiniones contrarias y con fundamento, pero desde luego, no con el objetivo de clasificar y luego calificar negativamente, en el mejor de los casos, a determinados colectivos: en este entorno de resurgimiento del darwinismo social y del reduccionismo biológico, podrá tratar de localizar el gen de la homosexualidad, pero no para calificar a priori o a posteriori de tarados a los homosexuales.
De todas formas, si lo encuentra, podrá buscar entre los suyos el de tarado ético y el de tarado constitucional y los encontrará.
- La libertad de cátedra existe, pero no es admisible que en aras de preservar un principio fundamental, mal interpretado, se consienta una enseñanza no científica, no ética e inconstitucional
Sugiero que quién debe, le inhabilite para la ejecución de sus funciones como profesor en está, nuestra Universidad y le retire o promueva la retirada de su condición de catedrático Complutense. ¡Renovación de cátedra ya!
Desgraciadamente, hay universidades privadas más afines ideológicamente a sus opiniones, aunque el estado podría intervenir, impidiendo que este tipo de enseñanzas se impartan en dichos centros o, en caso contrario, no homologar los títulos.
Estoy contigo. Que lo inhabiliten, que lo encierren o que lo curen, no sé. Pero que ande por ahí suelto y con categoría de experto, es como para soñar por las noches.
Te mando la direccíón del blog donde escribo mis comentarios de prensa. Yo también le he dedicado un comentario.
Por cierto verás un artículo dedicado a una chicas galegas muy guerreras y bastante geniales en sus acciones: Mulheres Transgredindo .
Lo mejor es inhabilitarlo