Hoy puede leerse en El País un artículo sobre los preparativos de Iñaki Urgangarín antes de ingresar en prisión.
En el se mencionan, a mi juicio, tres datos de relevancia, que ordenados de mayor a menor serían:
- Tres años de cárcel. ¡Toma ya! Otros pitonisos, y no sabemos si serán teóricos o reales.
- El disfrute de dichos momentos de libertad, previos al ingreso, y las incomodidades de la permanencia en Suiza. Dado que no es posible el acercamiento de presos internacional, la montaña suiza se acercará al macizo navarro.
- El disgusto y afectación de la infanta Cristina por los hechos futuros y el acercamiento consolador de los miembros de la familia real y política en estos momentos duros y de dificultad.
Ante estos hechos me imagino una situación hipotética y otra real que expondré en ese orden:
- La no renuncia a sus derechos sucesorios podría conducir a la paradoja mucho española de tener una Reina casada con un exconvicto y no me consta, arrepentido, como la guinda que corona el sistema político monárquico vigente.
- La tozuda realidad en palabras de Saramago, acaba imponiéndose y hará la transformación del No me consta (The Power of Love) al No, me consta (It’s Low Mood).