Quisier matizar la noticia aparecida en el periódico La Voz de Galicia del pasado viernes, 13 de mayo de 2005.
En dicho artículo se comenta que como avance preliminar del informe definitivo de Navantia, se sospecha que fue el gas argón (utilizado para expulsar el oxígeno y así evitar la corrosión) el causante de la muertes de los cuatro trabajadores.
Más adelante se comenta que a la circunstancia de que un soldador no hubiera cerrado la válvula del depósito de gas, aunque si la de la manguera, se unió, por la mala fortuna, que no se hicieran mediciones de gases antes de entrar los trabajadores a limpiar y que no se destinase un bombero, encargado de intervenir en caso de incendio o fuga de gases.
Solamente decir que si es obligatorio cumplir dichas medidas: realizar mediciones y destinar personal cualificado, no se trata de la mala fortuna, es negligencia, como poco; y deberán depurarse responsabilidades y no tratar de descargarlas sobre un soldador, que se juega su propia vida. Peor me lo ponen si tengo en cuenta la información aparecida ayer, domingo, en dicho periódico. Información en la que se exponen las denuncias realizadas por los sindicatos en lo que respecta al cumplimiento de las horas de formación en seguridad y prevención de riesgos laborales de los trabajadores.
Denuncias que calificaría de aterradoras y que vienen a redundar en que de lo único que se trata es de eludir responsabilidades, delegando cuestiones en subcontratas de subcontratas y, finalmente, en mutuas que «obligan» a los trabajadores a firmar que han recibido horas de formación en seguridad y prevención de riesgos laborales nunca impartidas.