Las leyes y su interpretación se manifiestan de forma escrita, en los diferentes códigos y sentencias judiciales. Son, por tanto, medios escritos con ausencia de movimiento a excepción de aquel necesario para escribirlas.
En el debate parlamentario prima también el discurso en forma de audio y su consolidación escrita como transcripciones de lo dicho.
En las reuniones de alto nivel: negociando acuerdos entre países, partidos, etc. también prepondera lo escrito y como mucho unas fotos del acontecimiento, tanto al inicio y como al final del evento.
En definitiva, la imagen que prepondera, de haberla, es estática en forma de fotografía, por lo que si uno se mueve corre dos riesgos: quedar fuera, salir borroso e irreconocible o todas a la vez.
La presbicia es un mal de la vista fruto de la edad y por la rigidez del cristalino que impide la correcta visión de los objetos cercanos y en concreto dificulta la lectura, puede corregirse por diversos métodos.
El estrabismo es otra enfermedad ocular que trae como consecuencia la incapacidad de ver con profundidad o en tres dimensiones y puede ocasionar diplopia.
Un partido político naranja «el partido» parece haber alcanzado la madurez y, por tanto, comienza con ciertos problemas de presbicia que sumados a su estrabismo con la diplopia asociada (doble visión, que provoca bandazos) ha querido corregir ambos males con unas gafas especialmente diseñadas, unas que le han permitido ver españoles (no sé si españolas) gesticulando, pero de lo que no se han percatado, pues no eran las adecuadas, es que no eran jaleos, eran collejas por no ver bien y demostrar una nula coherencia:
Piden mociones de censura instrumentales, con el fin de convocar elecciones y que hable el pueblo de forma directa y la hipocresía política se evidencia en lo ocurrido en la Comunidad de Madrid. La sentencia de la Gürtel manifiesta de forma clara una condena civil, a título lucrativo, al PP y las prácticas que se estaban juzgando ocurrieron en dos ayuntamientos de dicha comunidad: Pozuelo y Boadilla.
Aguado y «el partido» tuvieron la posibilidad de aceptar la moción de censura o provocar una convocatoria electoral. Esta última posibilidad sigue vigente y dispone de la capacidad para promoverlo, pero como indicaba anteriormente hipocresía no es solo hacer lo contrario de lo predicado, es hacerlo de una manera falsa, ocultando los intereses, que en este caso no son otros que los puramente de partido y electorales.