Desgraciadamente, han fallecido cuatro trabajadores en la empresa estatal Navantia de Ferrol: tres hombres y una mujer, todos pertenecientes a subcontratas.
Como indicaba en un artículo anterior, el número de fallecidos por día es de tres, según las estadísticas del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
Analizando lo que ocurre, parece que todo se queda reducido a enviar unas condolencias, necesarias, ¡pero mejor es no tener que darlas!. Por todo ello, se me plantean ciertas preguntas:
- ¿Es capaz de describir, con una sola palabra esta sangría contínua de trabajadores?
- Una empresa estatal y de las características de la antigua Bazán, de reputada fama internacional tanto por su trabajo como por la cualificación de sus trabajadores, ¿no debe dar ejemplo?
- ¿Por qué, estando advertidos por la UE de que nuestras tasas de siniestralidad están disparadas, todavía seguimos en dichos valores?
- ¿También hay víctimas?
En fin, estamos en la misma situación que hace unos cuantos años y con visos de que todo siga igual. Bastantes empresarios a amasar dinero, la administración mirando para otro lado y los sindicatos defendiendo no se qué.
¡¡¡Basta ya!!!