Explicaciones ad hoc

Ciertas veces en las ciencias sociales se utilizan este tipo de explicaciones con el fin de dar cuenta de un hecho o, mejor dicho, resultado (consecuencia de ciertas causas).

Aplicado este tipo de razonamiento al caso Cifuentes podría argumentarse que conocidos y publicitados ciertos hechos sobre sus acciones pasadas motivaron su renuncia, pero siguiendo dicha argumentación podríamos preguntarnos:

  • ¿Para alcanzar la presidencia de la comunidad de Madrid es necesario cometer ciertos actos poco éticos: un hurto y obtener un máster de manera fraudulenta, a tenor de la cronología?
  • ¿Qué méritos debió realizar M. Rajoy para alcanzar la presidencia del gobierno?
  • ¿El hurto de las cremas se debía a que sus ingresos eran escasos, pues debía utilizar mucha crema hidratante para ablandar su enorme cara dura u obedecía a una patología subyacente?

Parece que todo el mundo estaría de acuerdo en que plantear lo anterior es inadecuado, cuando menos, pero veamos si esta opinión se aplica también a las justificaciones dadas por la Sra. Cifuentes al respecto de sus actos:

Dado que no realizó ningún tipo de hurto, o alguien le puso las cremas o ha sido poseída por una fuerza sobrenatural o telepática que movió su mano o estaba bajo los efectos de una sustancia psicotrópica. Si fue un acto involuntario, queda descartada la primera opción.

Y, en el caso del máster, no ha cometido ninguna ilegalidad, pero o aceptó algo que sabía era ilegal, pues nada había hecho para merecerlo o en habiendo reunido los méritos necesarios se cometió un perjuicio sobre su persona manifiesto, por lo que debería denunciar a la Universidad, no a los periodistas, y aplicar, como presidenta, una serie de medidas para aclarar el hecho y evitar que este vuelva a producirse. Como lo segundo no se ha producido (ha denunciado a los periodistas) y nada hizo por restaurar el prestigio de la Universidad Rey Juan Carlos, más bien todo lo contrario, solo queda la primera opción, ¿es una ilegalidad aceptar algo que uno no se merece?