La incoherencia en política

Ya lo indicó el Sr. Echenique, todos tenemos que vivir con incoherencias, pero hay una pequeña distinción, si el origen es interno o externo, impuesta por terceros.

Las más preocupantes son aquellas que califico como internas. Independientemente del origen de las creencias o de la verdad sobre las mismas, un vegetariano rechaza la carne y el pescado, toma tofu, llega a no comer ni leche ni huevos, etc. Si no es forzado por terceros a ello, el hecho de que rompa ese voto alimenticio es una coherencia interna.

Esto mismo es aplicable al caso de chalé de la pareja de Podemos, pervertido con el referéndum, pues las incoherencias internas no las resuelven terceros, pero el autoengaño hace su función. No es de recibo no preguntar por el hecho causante de los males y asumir las consecuencias. Si desean la casa que lo digan y asuman sus incoherencias, un tercio de los votantes ha expresado su rechazo al casoplón, al menos.

En lo que respecta al partido tenemos otra incoherencia, mucho más grave que la anterior y de consecuencias más desastrosas: que siga gobernando y presentándose a las elecciones un partido corrupto, que utilizó fondos de comisiones para financiar sus campañas electorales gracias a porcentajes de contrataciones y otras artimañas.

El señor Rivera y sus adláteres claman como posesos elecciones generales, pero ¿qué valor tiene lo dicho para lo general y no para lo particular, es decir, Madrid? Esperó, consintió y consiente el gobierno del mismo partido corrupto en dicha comunidad y, esta vez, sí está en su mano presentar una moción de censura y convocar elecciones. Pero el señor Aguado, haciendo honor a su apellido y respetando las consignas del capital, al que obedece su formación, no lo hará.

Esgrimir como argumento naranja que obtendría la presidencia del gobierno el Sr. Sánchez con los votos de los independentistas o aquellos que rompen España, solo puedo decir que dichos votos son tan válidos como los suyos y parece que el PSOE no se los pide.

La otra argumentación es que sumarse, con el voto favorable, a la moción de censura, es votar con los independentistas. Otro argumento tan falaz como el anterior. Es como abstenerse de votar la declaración de los Derechos de la Infancia porque votan a favor Cuba y Venezuela, por poner unos ejemplos de países no afines.

A veces deben reconocerse los hechos: algunos partidos están mejor posicionados que otros y las reacciones tardías se pagan de muchas formas.

No controlar los tiempos, les duele, pero más les va a doler si no apoyan la moción de censura, se le verán las vergüenzas, como se han visto y ven en la Comunidad de Madrid.