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Comentarios y noticias relativas a las elecciones del 19 de junio en la comunidad Autónoma de Galicia

Análisis postelectoral

Se abrió el melón y para algunos hay dudas. Afortunadamente, si España es diferente, Galicia é distinta, como sostiene Antón Reixa.

‰ distinta por múltiples razones, desde la peculiaridad geográfica hasta la particularidad demográfica.

Quiero suponer que existe ignorancia, pero bastantes de los que hablan sobre su realidad sociológica, a raíz de estas últimas elecciones, no entienden o no alcanzan a comprender que es lo que pasa por la cabeza de un gallego. Los comentarios vertidos a conciencia (con ciencia política), son erróneos, cuando menos, y desafortunados en su mayoría.

Hay quien se dedica a extrapolar hechos de unas comunidades a otras. Galiza no es Euskadi, Galiza no es Cataluña, Galiza no es Andalucía. Galiza existe, como Teruel, y es. Tiene entidad propia y particularidades. Ignorarlas es cometer un grave error.

No se vota ni a Rajoy ni a Zapatero. Se vota a quién va a gobernar en Galiza y qué es lo que propone. Las consecuencias políticas que conlleve a nivel nacional son asunto de las direcciones de los partidos. Es un problema del Partido Político afectado y no de la sociedad que ha ejercido su derecho.

Y, la interpretación de los resultados electorales es variopinta, según la afinidad política del que escribe.

Ahora bien, lo importante es saber quién gobernará y por las peculiaridades del noroeste peninsular, se plantean hechos novedosos sobre los que reflexionar, y se abren interrogantes que pronto tendrán respuesta:

  • La fractura social provocada por los años de gestión y el modo de gobernar
  • Crece el autoaislamiento del Partido Popular
  • Permanece la grave diferencia entre la Galicia rural y la Galicia urbana
  • El voto de la emigración: forma y derecho
  • El abultado número de escaños por las provincias de Lugo y Ourense
  • Con la victoria ajustada de la tácita coalición PSOE-BNG, la posible judicialización del escrutinio del voto
  • ¿Habrá Tamayos y Sáez?
  • La crisis sucesoria en el partido popular
  • ¿Qué es más importante una coalición con el 52% de los votos o una hegemonía con el 45% de los electores?

En definitiva, ante el cansancio, la ausencia de líderes ilusionantes y con programas promesa, el pueblo gallego y el sistema electoral les ha planteado un gran reto a sus políticos: gobernar para todos y renovar.

Yendo a más

Comparando la situación actual de Galiza, después de los casi hegemónicos años de gobierno, sólo interrumpidos brevemente por la presidencia de Fernández Laxe, con el nuevo lema del Partido Popular para las elecciones gallegas del 2005 se puede concluir que han acertado en su elección.

«Yendo a más» (indo a máis) para los que no conocen el gallego significa:

  • Yendo a más deuda
  • Yendo a más paro
  • Yendo a más telebasura autonómica
  • Yendo a más emigración. He de decir que me parece importante que se reclamen los mismos derechos para los emigrantes, pues cada vez somos más.
  • Yendo a más en la desatención Sanitaria
  • Yendo a más desastres ecológicos
  • Yendo a más clientelismo

En definitiva, yendo a más de lo mismo y con los mismos.

Si comienzan por engañar con la foto del cartel electoral, (les recomiendo que hagan uso de la burka para el señor Fraga), imagínense con el resto. Si les da verg¼enza el mostrar a su candidato tal y como es, no lo enseñen.

Como conlusión final, y parafraseando el dicho popular, procuren que no se cumpla que aunque a Fraga lo vistan de seda, Fraga se queda.

Tersépolis

Persépolis, un complejo palaciego construido durante el reinado de Darío I el Grande, esplendor de los persas, me sirve como analogía de una ciudad gallega, su capital, tanto por su referente cultural como político.

En un artículo anterior anticipé la sorpresa que estaba por venir, la jeta de Fraga para la próxima campaña electoral. Por fin se desveló el misterio. Apareció el famoso cartel electoral con la fotografía del político gallego.

Fotografía del cartel electoral de 2005 de Fraga

 

Artículos y comentarios sobre el tema hay un montón. Véanse, como ejemplo, el aparecido en el periódico El Mundo el pasado día ocho de mayo y el del diario 20 minutos del día diez, también de mayo.

En el último de dichos artículos, afirma Fraga, que no tiene arrugas en la cara. Conclusión, necesita gafas o que le operen de las cataratas. Asevera también, que está en buena forma. Sólo recordarle que lleva marcapasos, tiene serios problemas en la cadera y que ha tenido varios desvanecimientos. No voy a negar que como octogenario se conserva bien, pero los he visto en mejor estado.

No voy a entrar en la polémica de si la foto fue retocada, o no; o si el fotógrafo era excelente, o no. En ambos casos se concluye que ha sido una operación de maquillaje (informático o fotográfico). No refleja el estado actual de la cara del patriarca del Partido Popular.

Le quiero sugerir que, en lugar de recurrir a un exceso de luz, podía haberse sumergido en chapapote del Prestige. Demostraría al igual que en Palomares, el origen de su lozanía y la confianza en sus propias palabras.

Ese Fraga atómico e inflamable, bañado en soluciones salinas radiactivas y en lodos del Prestige, confirmaría la existencia del anhelado elixir, y, sobre todo, de la ciudad de la eterna juventud: Tersépolis.

Sin condón, pero, ¿chochea o no chochea?

En un reciente artículo aparecido en el periódico La Voz de Galicia, el señor que mata un corzo a 350 metros de distancia (según el lider del BNG, estaba atado a un árbol) declaró:

«En este momento en que no nacen niños quieren destruir todo con la ley más disparatada del mundo, que permite disolver el matrimonio en seis meses sin alegar ninguna causa. ¿Quién se va a animar así a tener hijos?»

Pobre de mí, que siempre pensé que las causas más probables de un descenso brusco de la natalidad eran, no en orden riguroso:

  • El uso de métodos anticonceptivos
  • Problemas de fertilidad
  • Empleo precario y míseramente remunerado
  • Acceso a una vivienda digna

Siendo quién es y conociendo su pensamiento político, debería admitir como dogma que cuando existen problemas de pareja lo mejor es tener un hijo, que al menos los aparca.

Ya, para terminar, y en cuanto a lo del corzo, sólo puedo decirle a Anxo Quintana, que lo problemático no es que estuviese atado, es el corzo y es el cabronazo que lo ató, si así fue. ¿A santo de qué, matar un animal por divertimento? Si quiere disparar que vaya a Iraq y así conocerá de primera mano qué es una guerra, apoyada tanto por él, como por sus prosélitos, y podrá comprobar sus reflejos y puntería.

El hombre que nunca usó condón

Como indica el titular, el hombre sin condón (coincido, y creo no equivocarme, que de una edad a esta parte no le ha hecho falta) trata de preservar su poltrona, anticipando las elecciones en la comunidad autónoma que gobierna. Lo que no ha desvelado, todavía, es la jeta que aparecerá en la cartelería electoral.

Las razones del Sr. Fraga Iribarne son: «descrispar» el ambiente y la «discriminación» del Gobierno Central en la ejecución del Plan Galicia.

En ambos casos tiene razón, aunque debiera reflexionar. En el primero de ellos, ¿quién es el que crispa la situación? Sus famosas frases, a saber:

  • Digo verdades sin condón y pienso morirme sin ponerme uno. Al final te lo pondrán, pero de madera
  • Canto máis envellecemos, máis necesitamos estar ocupados. Case é preferible morrer antes que arrastrar unha vellez ociosa. Traballar é vivir. Trabaja de estibador y luego hablamos

Rememoro la situación esperpéntica atravesada por su partido político con los famosos nacionalistas folclóricos o extraterrestres de provincias, baltarianos armados con cacharrillos pardos

Continúo y recuerdo también, la pésima actuación de todo su Gobierno y del PP cuando el desastre del Prestige. Remato indicando la brillante situación socioeconómica de Galiza: no hay paro, sólo pensionistas, seguimos por delante.

Lo cierto es que la otrora mano de hierro de Fraga es de manteca. Su figura sirve únicamente como pegamento. Ocurrirá una desvandada en su Partido Político si abandona la política por decreto o pasa a la oposición por decisión impopular.

En Galicia, lo mismo que en otros luagares debe existir un refresco de las instituciones. Las consellerías huelen a naftalina y formol. Como a todas las colonias, la fragancia desaparece y se torna desagradable por descomposición. Las ideas no existen o son decimonónicas.

Una comunidad autónoma geográficamente bien colocada, en su sitio, distante del centro por unas pésimas comunicaciones políticas, incluso cuando eran ciertamente favorables, y alejada por deficitarias infraestructuras, pero justo donde tiene que estar.

Aquí la piedra de toque parece ser el Plan Galicia, resolverá todo, desde la parcial TVG, pasando por la Educación y la Sanidad, la pérdida de población productiva y bien formada (emigrantes de primera) y el retraso tecnológico.

El famoso Plan Galicia se ha reducido a la inversión en infraestructuras. Inversiones necesarias e importantes, que podrán eliminar el aislamiento secular de la zona noroeste de la península ibérica, pero que no terminarán con el aislamiento mental de los caciques —podíamos exportarlos—.

Bastante ha costado a los gallegos dicho Plan Galicia. Nada más y nada menos que una marea negra, de las que hacen historia, una vuelta de tuerca más en el proceso de reconversión naval y una encubierta reforma del sector pesquero, en la que se subvenciona al armador frente al reciclaje de los pescadores y su reinserción laboral.

Cierto es, que no sólo el Partido Político es el responsable único de todo ello. Quién inció la reconversión naval ha sido el PSOE; quién ha dado la vuelta de tuerca, aunque como problema heredado, ha sido él también y quién ha ralentizado el Plan Galicia ha sido Empanada lvarez.

En lo que respecta al Beiras No Ganará —es cierto— menudo fregado interno. Tiene designados sus cabezas de lista por las cuatro provincias, pero, ¿y su cabezón?, ¿cómo anda? Mal dirían unos, bien dirían otros. Dado que hay divisiones alguien grita: ¡Unámonos Para Ganar! Si se unen, háganlo por Galiza.

En fin, el votante tiene ante sí, el día diecinueve de junio, unas opciones limitadas y limitantes. Si al final decide votar, espero que lo haga por el cambio, no por conciencia, sino por higiene.