¿Crónica de una muerte anunciada?

Recientemente, el señor Francisco González, director del BBVA, afirmó en un foro económico  que:

… los intereses negativos nos están matando…

  • ¿Se supone que su negocio bancario entra en crisis porque nos van a pagar por dar hipotecas? Si no las dan, o las dan a los amiguetes de siempre, independientemente de que las puedan pagar o no, pues al final serán resueltas por copago insolidario y popular obligatorio.
  • ¿Se supone que los consejos austericidas propugnados por los grandes gurús (equipos económicos o iluminados de turno) no iban a tener repercusión alguna? Como principio fundamental del capitalismo está la ley de la oferta y la demanda, pero sobre todo debríamos pensar en que para demandar hay que tener posibles y esto no es viable en un país en el que sus dirigentes, junto con las clases elitistas han dinamitado el mercado laboral, no sólo en lo que respecta a salarios, hay que hablar también de la precarización y de las trampas que la ley permite realizar a los empresarios.

Nos hablan de orden frente al caos. Nos asustan con miedos, nos creen convencer de que vivimos en una sociedad que se rige por principios básicos (reduccionistas) falsos, etc.

Sin ahondar más en la cuestión, está claro que economia no es ciencia, por mucho que quiera disfrazársela de ello, pero sí puede provocar consecuencias graves para un sector concreto de la sociedad: siempre pagan los mismos, aquellos (ciudadanos de a pie) que ni ostentan o detentan el poder y que son susceptibles de apoquinar por las tropelías de sus gobernantes y poderes económicos.

Para concluir, y de ser cierta dicha afirmación realizada por el ilustre Francisco González… ¡dejémosles morir! Y, siendo piadosos, que no agonicen.