Lampedusa-(Catalonia-Spain)

Tras las elecciones del 21 de diciembre celebradas en Lampedusa-Catalonia podría resumirse la situación parodiando la canción juliana de La vida sigue igual:

Siempre hay de quien vivir y a quien robar

Siempre hay para qué vivir por qué luchar

Al final las obras quedan las gentes se van

Otros que vienen las continuarán la vida sigue igual

No es una cuestión de pesimismo, inmovilismo o de sufridor perenne. Es una realidad aplastante.

Los políticos cambian de partido, de siglas, de convicciones, pero lo palpable es que están los herederos del clanes político-mafiosos: unos con nombre diferente y otros con las mismas siglas, remedando la mítica canción de Pablo Abraira: charrán o gaviota.

Ante la inoperancia y fumarolas de los componentes de la Generalitat, lo insólito e increible es que las leyes menos democráticas y antisociales instauradas por la appisonadora siguen sin derogarse. Gracias PSOE, exultante C’s, Podemos y resto de formaciones democráticas (todas de oído).

Resumiendo, es una vergüenza democrática el fraude político y social, pero legal, vigente.