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Carta al Rector de la UCM

D. Carlos Andradas, rector de la UCM, ha emitido un comunicado en defensa de la universidad pública al cual me gustaría responder.

Comenzaré por manifestar mi coincidencia en la defensa de una universidad pública, a lo que, personalmente, añado que ésta debe ser además gratuita y de calidad.

Como conclusión de su comunicado figura el siguiente texto:

El mejor antídoto contra determinados comportamientos es una autonomía universitaria sólida y real que haga que sus recursos y la correspondiente rendición de cuentas garantice la independencia ante cualquier poder ajeno a los fines puramente académicos.

Acorde con las informaciones periodísticas, el caso Cifuentes surgió de una forma diferente a la que usted asume:

  • De una parte, parece ser que el origen fue una venta de favores a futuro o una devolución de los ya prestados. Solamente, cuando el hecho fue difundido por eldiario.es, se produjeron ciertas presiones o ingerencias, ajenas a la universidad, y como consecuencia de ellas, se suceden una serie de hechos, cuando menos,  vergonzosos: se intenta reconstruir el acta y fabricar un relato consistente que diera cuenta de las contradicciones como algo normal y extendido (en el tiempo y número de afectados). A este respecto conviene recordar que Cristina Cifuentes no fue la única favorecida. Es decir, la falta de autonomía no parece ser el origen del problema. Se había procedido a la concesión de privilegios sin mediar presión alguna. El ataque a la autonomía se desencadena cuando la prensa airea las irregularidades y trato de favor.
  • De otra parte, y acorde también con las informaciones periodísticas publicadas, dicho instituto (IDP) gozaba de una magnífica autonomía: NIF propio y ausencia de rendición de cuentas, al menos en lo que a transparencia de las mismas se refiere. Lo cual refuerza la tesis de que la autonomía tampoco es factor clave, ni siquiera correctivo, más bien de todo lo contrario.

Un factor que sí parece determinante es la falta de ética o unos principios éticos más que dudosos de todos los implicados en el caso y que forman parte de la curia de trabajadores universitarios y del selecto grupo de servidores públicos.

Si profundizamos un poco más, podemos constatar que dicha falta de ética o conjunto anómalo de valores anida en los elementos más relevantes del colectivo universitario y de gobierno: comenzando por la presidenta de la Comunidad de Madrid, continuando por el Rector, luego dos catedráticos y finalizando la cadena en una trabajadora administrativa (no sé de qué nivel, pero intuyo que no es bajo) que alteró dos notas en una aplicación informática, a la que no debiera tener acceso o, al menos, al expediente de la alumna Sra. Cifuentes Cuencas.

Resumiendo, al contrario que en los cuentos de anuros, donde el bufónido (sapo) se convierte en príncipe, en este caso, resulta que son los príncipes y princesas son los que se convierte en ránidos (por aquello de las ranas de la Esperanza).

Aunque no sea su responsabilidad directa, en la educación al igual que en la vida, se aprenden cosas por simple y llana imitación, es tal rutina o hábito que no se cuestiona dicho proceder. Incluso se refleja en el refranero español con: allá donde fueres haz lo que vieres. Baste recordar cinco hechos:

  1. Parece admitido por todo el mundo, que la URJC se crea como respuesta política (imitiativa) a la creación de la UC3M.
  2. Tanto el facilitador (consejero de educación) como la semilla (rector, profesores, pas y algunos centros) de la URJC procedían de la UCM.
  3. La presidenta de la comunidad de Madrid y algunos otros favorecidos con un máster también estuvieron ligados a la complutense y muchos ministros han sido estudiantes o han tenido como puerta giratoria la UCM.
  4. La aplicación informática que gestiona los expedientes académicos es idéntica en ambas universidades y está extendida a todas las de la comunidad de Madrid. Independientemente de sus prestaciones y su origen, muchas veces el problema radica en algo tan simple como que cuando alguien se traslada de puesto, sigue conservando los accesos de los anteriores, pareciera un sistema acumulativo de permisos, cuando no debiera serlo.
  5. La Sra. Cifuentes tiene una plaza en propiedad en la universidad complutense (está en excedencia por desempeño de cargo público) y parece que la obtención de la misma tiene zonas oscuras, acorde con las informaciones publicadas en eldiario.es. Además, según las encuestas, no vale para presidenta de una comunidad autónoma (una gran mayoría piensa que debe dimitir), pero, paradójicamente, podría resultar que sí es adecuada para trabajar en la UCM (dudo que pida el reingreso).

En fin, no es que ponga en duda la honorabilidad de nadie ni tampoco la de ninguna institución, pero de confirmarse los hechos por via administrativa o judicial (están por ver las sanciones o condenas y el número de condenados o sancionados), parece confirmarse que hay algo también en el modelo universitario que no funciona o, al menos, promueve a no imitarlo, si priman el buen proceder y los valores.

Relacionado con el funcionamiento y retomando su conclusión, pero en este caso en el aspecto que concierne a la no ingerencia de cualquier poder ajeno a los fines puramente académicos, me permito recordarle que las recetas a lo Juan Palomo, no conducen a buen puerto:

  • Uno no puede ser juez y parte.
  • Un gobierno de tecnócratas o autárquico no conduce a lo mejor y a la historia me remito.
  • Presuponer que el título o cargo conlleva conocimiento omnímodo, valores y buen proceder parece que tampoco es un argumento aceptable, analizando lo sucedido.

Aún asumiendo su tesis de la autonomía como condición necesaria para un buen funcionamiento, no parece razón suficiente, me inclino más por los criterios éticos, ya señalados, de cada uno de los que constituyen la comunidad universitaria (Estudiantes, PDI y PAS) y otros factores.

Uno de ellos, lo menciona usted en su escrito, pero en un contexto muy diferente y que resumo en: son pocas las manzanas podridas en una comunidad tan extensa. Apreciación con la cual también coincido (creo que la gran mayoría de las personas son buenas. ¡Llámenme buenista!), ahora bien, parece que la ausencia o relajación de los principios éticos es una condición necesaria para formar parte del selecto grupo de poder, según otros denominado casta, en este caso, universitaria.

Otro de los factores que considero de peso está relacionado con la transparencia, que usted también menciona y que resulta un oxímoron en el caso del Instituto de Derecho Público. Coincido con usted también, pero no sólo la económica, también aquella que tiene que ver con los mecanismos selectivos de personal o de promoción, pues parecen ser el sustrato de las anomalías: son dichos procesos los perversores o su diseño promueve la antítesis de lo que pretenden.

Otro más de esos factores, que no menciona y que también considero de importancia es la democratización del funcionamiento de la universidad y con ello me refiero al sistema electoral, donde además del vicio del que goza, queda el consuelo de que permite atribuir la responsabilidad de lo que pasa a un colectivo determinado, que podríamos denominar casta también, en este caso docente con vinculación permanente, por acción o inacción.

Nuevo ejercicio democrático

Las elecciones a Rector se celebrarán el próximo 25 de abril, día de la Revoluçao dos Claveis en nuestro vecino Portugal. En el año 1974 y al son de Glandola Vila Morena comenzó el levantamiento militar que finalizó con el derrocamiento del régimen dictatorial de Salazar.

¿Será, tan significativa fecha, el comienzo de la revolución pacífica de los trabajadores de la Complutense, a la conquista de los derechos inalienables y una jornada en contra de la dictadura Rectoral?

¿Será un resurgir de los movimientos sociales complutenses, un movimiento asambleario fuerte, donde las decisiones las toman las bases?

O continuaremos, por contra, en el antiguo régimen, con gobernantes ya conocidos y resabiados, en el que se promueve la descentralización, la gestión transparente, el voto equitativo, la promoción laboral, la eliminación de la precariedad y los trabajos encubiertos, la agilidad en los pagos, en definitiva la eficacia y el ejercicio de las profundas convicciones democráticas: libertad, igualdad y fraternidad.

Tras lo dicho y con lo que habrá, la respuesta a la dicotomía es clara, pese a quien le pese, Darth Vader ha ganado. Seguiré expectante, aunque sin ser socio.

¡Por fin, elecciones a claustro!

Tras casi tres años sin poder ejercer el sagrado derecho al voto que asiste a todo miembro de la comunidad universitaria, el frenesí de mí se apodera.

Según el artículo cuarenta (composición del Claustro) de los estatutos de la Universidad Complutense de Madrid el claustro estará compuesto por:

  1. El Rector de la Universidad, que será su Presidente, el Secretario General y el Gerente.
  2. Una representación de los diversos sectores de la comunidad
    universitaria, en número de 300, con arreglo a la siguiente proporción: 51 por 100 de Profesorado Funcionario Doctor, 12 por 100 del resto de Personal Docente e Investigador, 25 por 100 de Estudiantes, y 12 por 100 de Personal de Administración y Servicios.

Gráfico de sectores con el número de representantes por colectivo
Traduciéndolo a representantes en lugar de porcentajes tenemos: 153 para Profesorado Funcionario Doctor, 36 para el resto de PDI, 75 para los estudiantes y otros 36 para el colectivo PAS, al cual pertenezco.

Si analizamos la proclamación definitiva de candidatos y en lo que respecta al colectivo de PAS, sin contar suplentes, figuran 150 candidatos para un total de 36 plazas. Cifra apabullante, en ningún otro colectivo se da esa disputa de escaño y teniendo en cuenta que su representatividad es del doce por ciento.

Dicho esto, quisiera manifestar:

  • Según los entendidos en democracia, parece que la esencia de la misma reside en el respeto de las minorías. Según esa máxima y lo mencionado anteriormente, hay que sacarse el sombrero ante la lección de democracia que siempre nos dan los estudiantes.
  • Este tipo de distribución aplicada en otros ámbitos, como el congreso de los diputados haría las delicias de cómicos y medios de comunicación, pues el gremio más representado sería el de fabricantes (metonimia) y dispensadores de embutido.
  • La mujer del César no sólo debe ser honrada, debe, además, parecerlo
  • Percibo que mi voto es importante, decisivo diría.
  • Me siento perfectamente representado por esa minoría utópica.

En definitiva, el próximo cuatro de abril ejerceré mi derecho a no votar y trabajar dos horas adicionales por el bien común y, quizá, para que nadie se sienta agraviado, sería mejor convocar las elecciones en domingo, al igual que el resto de los comicios.

El Servicio Público

No se si quién lee el artículo ha realizado algún viaje en avión recientemente y, por necesidades fisiológicas, adquirió un bocadillo, bollo o bebida en alguno de establecimientos o máquinas de autoservicio disponibles en los aeropuertos españoles.

Si ese fue su caso, pudo comprobar como en una democracia occidental avanzada se pueden mezclar conceptos dispares. Por un lado, libertad: el mercader es libre de establecer los precios. Por otro, estafa: cuando no existe competencia su libertad se traduce en precios abusivos e impunidad. En definitiva, parafraseando al famoso presentador José Manuel Parada, a los aeropuertos hay que ir como hay que ir, pero con un bocadillo y refresco bajo el brazo.

No solo el aparcamiento aéreo está afectado de este mal. Puede comprobar como en otros lugares de tránsito de viajeros también se producen situaciones similares, no así en la delegación del Ministerio de Hacienda de Guzmán el Bueno.

Lo mecionado anteriormente me sirve como introducción a lo que me interesa en mayor grado; lo que ocurre en las Facultades y Escuelas de la Universidad Complutense de Madrid:

  • Si existen precios establecidos razonables para el menú y determinadas consumiciones, ¿sabría explicar el porqué uno se topa con que no hay tope en las máquinas expendedoras de bebidas refrescantes refrigeradas?.
  • ¿Por qué se reinventan las tortillas? Mi mamá y yo tenemos un concepto diferente de dicho plato: patatas, aceite, huevo y sal. ¿Quizá porque estudiamos en distinta escuela?
  • Cualquier persona que utiliza los servicios de cafetería o de dipensación automática de bebidas lo hace por necesidad y la oferta de la que dispone es la que existe, aunque siempre podrá utilizar el transporte urbano para ir al supermercado y adquirir la bebida o vitualla correspondiente, por eso luego hay botellón… la gente aprovecha y compra de más y para los demás; es previsora
  • ¿Es una cocina creativa? Sí. Un poco más modesta que la de Ferrán Adriá, pero con platos del tipo suela con ensalada. Canutos de lechuga con culo de cebolla y así podríamos seguir. Cómo olvidar esos entremeses de primer plato con jamón recio y loncha de queso curada y chorizo de palos, idénticos a los que le sirven al Magnífico Rector en los pinchos de inauguración.
  • Cuando nos azote la gripe aviar y acatando las normas de la OMS y FAO, dejarán de hacerse las paellas de los jueves con ese animal. Si la escasez suele ser una norma y cuando se come, generalmente se pincha en hueso, sugiero que ante la ausencia falta de contenido se envíe circular recomendando que media hora antes de ir a comer se proceda a la masticación de un chicle saciante de los que venden en las farmacias.
  • Preocupada como está la sociedad y supuestamente las autoridades por el comer, sobre todo en el caso de los comedores infantiles, parece que cuando se trata de adultos todo vale. Quizá, los dirigentes, más aviesos, avezados y diligentes, estén preocupados por el futuro del sistema de pensiones y evitarnos una vejez decrépita

En definitiva, la Universidad no debe ser la cuna de liberalismo a ultranza y del darwinismo social, no es cuestión de que sobreviva el más fuerte.