¡Por fin, elecciones a claustro!

Tras casi tres años sin poder ejercer el sagrado derecho al voto que asiste a todo miembro de la comunidad universitaria, el frenesí de mí se apodera.

Según el artículo cuarenta (composición del Claustro) de los estatutos de la Universidad Complutense de Madrid el claustro estará compuesto por:

  1. El Rector de la Universidad, que será su Presidente, el Secretario General y el Gerente.
  2. Una representación de los diversos sectores de la comunidad
    universitaria, en número de 300, con arreglo a la siguiente proporción: 51 por 100 de Profesorado Funcionario Doctor, 12 por 100 del resto de Personal Docente e Investigador, 25 por 100 de Estudiantes, y 12 por 100 de Personal de Administración y Servicios.

Gráfico de sectores con el número de representantes por colectivo
Traduciéndolo a representantes en lugar de porcentajes tenemos: 153 para Profesorado Funcionario Doctor, 36 para el resto de PDI, 75 para los estudiantes y otros 36 para el colectivo PAS, al cual pertenezco.

Si analizamos la proclamación definitiva de candidatos y en lo que respecta al colectivo de PAS, sin contar suplentes, figuran 150 candidatos para un total de 36 plazas. Cifra apabullante, en ningún otro colectivo se da esa disputa de escaño y teniendo en cuenta que su representatividad es del doce por ciento.

Dicho esto, quisiera manifestar:

  • Según los entendidos en democracia, parece que la esencia de la misma reside en el respeto de las minorías. Según esa máxima y lo mencionado anteriormente, hay que sacarse el sombrero ante la lección de democracia que siempre nos dan los estudiantes.
  • Este tipo de distribución aplicada en otros ámbitos, como el congreso de los diputados haría las delicias de cómicos y medios de comunicación, pues el gremio más representado sería el de fabricantes (metonimia) y dispensadores de embutido.
  • La mujer del César no sólo debe ser honrada, debe, además, parecerlo
  • Percibo que mi voto es importante, decisivo diría.
  • Me siento perfectamente representado por esa minoría utópica.

En definitiva, el próximo cuatro de abril ejerceré mi derecho a no votar y trabajar dos horas adicionales por el bien común y, quizá, para que nadie se sienta agraviado, sería mejor convocar las elecciones en domingo, al igual que el resto de los comicios.

El Servicio Público

No se si quién lee el artículo ha realizado algún viaje en avión recientemente y, por necesidades fisiológicas, adquirió un bocadillo, bollo o bebida en alguno de establecimientos o máquinas de autoservicio disponibles en los aeropuertos españoles.

Si ese fue su caso, pudo comprobar como en una democracia occidental avanzada se pueden mezclar conceptos dispares. Por un lado, libertad: el mercader es libre de establecer los precios. Por otro, estafa: cuando no existe competencia su libertad se traduce en precios abusivos e impunidad. En definitiva, parafraseando al famoso presentador José Manuel Parada, a los aeropuertos hay que ir como hay que ir, pero con un bocadillo y refresco bajo el brazo.

No solo el aparcamiento aéreo está afectado de este mal. Puede comprobar como en otros lugares de tránsito de viajeros también se producen situaciones similares, no así en la delegación del Ministerio de Hacienda de Guzmán el Bueno.

Lo mecionado anteriormente me sirve como introducción a lo que me interesa en mayor grado; lo que ocurre en las Facultades y Escuelas de la Universidad Complutense de Madrid:

  • Si existen precios establecidos razonables para el menú y determinadas consumiciones, ¿sabría explicar el porqué uno se topa con que no hay tope en las máquinas expendedoras de bebidas refrescantes refrigeradas?.
  • ¿Por qué se reinventan las tortillas? Mi mamá y yo tenemos un concepto diferente de dicho plato: patatas, aceite, huevo y sal. ¿Quizá porque estudiamos en distinta escuela?
  • Cualquier persona que utiliza los servicios de cafetería o de dipensación automática de bebidas lo hace por necesidad y la oferta de la que dispone es la que existe, aunque siempre podrá utilizar el transporte urbano para ir al supermercado y adquirir la bebida o vitualla correspondiente, por eso luego hay botellón… la gente aprovecha y compra de más y para los demás; es previsora
  • ¿Es una cocina creativa? Sí. Un poco más modesta que la de Ferrán Adriá, pero con platos del tipo suela con ensalada. Canutos de lechuga con culo de cebolla y así podríamos seguir. Cómo olvidar esos entremeses de primer plato con jamón recio y loncha de queso curada y chorizo de palos, idénticos a los que le sirven al Magnífico Rector en los pinchos de inauguración.
  • Cuando nos azote la gripe aviar y acatando las normas de la OMS y FAO, dejarán de hacerse las paellas de los jueves con ese animal. Si la escasez suele ser una norma y cuando se come, generalmente se pincha en hueso, sugiero que ante la ausencia falta de contenido se envíe circular recomendando que media hora antes de ir a comer se proceda a la masticación de un chicle saciante de los que venden en las farmacias.
  • Preocupada como está la sociedad y supuestamente las autoridades por el comer, sobre todo en el caso de los comedores infantiles, parece que cuando se trata de adultos todo vale. Quizá, los dirigentes, más aviesos, avezados y diligentes, estén preocupados por el futuro del sistema de pensiones y evitarnos una vejez decrépita

En definitiva, la Universidad no debe ser la cuna de liberalismo a ultranza y del darwinismo social, no es cuestión de que sobreviva el más fuerte.

Al pan pan y al primate primate

Vaya por delante que los animales deben tener derechos y los tienen, aunque en algunos casos no son suficientes, o suficientemente bien aplicados. Percátese el lector, del reconocido derecho del toro a ser banderilleado, estocado, lanceado, embolado… o el derecho de las focas a convertirse en flamantes abrigos, el de los tigres a servir de supuesta viagra para humanos, al igual que el cuerno de los rinocerontes, o los colmillos de los elefantes a ser preciosas tallas en las vitrinas de las mejores casas.

Francamente, la desgracia de estos últimos es que no se puedan realizar remedios o esculturas con sus orines y cagallones respectivamente. Quizá entonces habría tortas entre zoológicos, esos reductos conservacionistas, de gran utilidad y pervivencia de especies desaparecidas, por unas míseras boñigas y granjas de tigres enjaulados comiendos a espuertas para producir materia prima. Conservarían la vida, pero, ¿a qué precio?

Hace unos días, apareció en diversos medios de comunicacion, desde la prensa escrita hasta la televisión una noticia en la que se hacia referencia a que dada la similitud genética entre los grandes simios (máxima en el chimpancé) y los humanos, debería redactarse una carta magna que refleje los derechos especiales para este grupo zoológico.

Abandonándo momentáneamente las disquisiciones genéticas, en zoología se distinguen dos casos relativos a la función o comportameniento que se denominan analogías y homologías. Cuando dos órganos, extremidades… realizan la misma función pero tienen un origen embriológico (ontogenia) distinto, se denominan análogos, mientras que dos órganos, extremidades, apéndices… que realizan funciones distintas o iguales, pero tienen un origen embriológico común se denominan homólogos. Se puede establecer una biyeccion en lo que respecta al comportamiento animal, es decir, en etología se dan casos de analogías, que es lo que nos interesa en este momento.

A lo largo del desarrollo de la etología moderna, se han cometido varios errores de bulto, tanto la animalización del comportamiento humano como su inversa, la humanización del comportamiento animal.

Habrá algún etólogo de pacotilla que verá en el comprotamiento de ciertos humanos (homo parlametari) conocidos vulgarmente como diputados o senadores, actitudes y desplantes similares a los observados en ciertos grandes simios: gorila (Gorilla gorilla), orangután (Pongo pygmaeus), bonobo (Pan paniscus) y chimpancé (Pan troglodytes).

Como habíamos mencionado anteriormente este proceso de animalización de humanos es incorrecto. Entonces deberemos acudir al diccionario para buscar la palabra adecuada, esos diputados no son panes, son gilipollas que realizan aspavientos.

Por otro lado, algunos estudios científicos realizados en grandes simios indican que estos disponen de un coeficiente intelectual similar al de un niño de siete años (suponiendo un desarrollo normal de sus facultades). ¿Implica esto que sus derechos son idénticos a los que figuran en la carta magna de los derechos de la infancia?.

Retomando la cuestion genética, cuando se habla de similitudes, podemos observar que analizado el ADN tanto de chimpancés como humanos aparece el resultado sorprendente de que hay una diferencia de alrededor del cuatro por ciento entre ambas especies. Otro dato de interés es que el chimpancé dispone de 48 cromosomas (24 pares) frente a los 46 (23 pares) de los humanos.

¿Se ha preguntado alguna vez si todos los perros son genéticamente compatibles?. Si con la capacidad de cruzamiento y descendencia fértil, entendemos que sí, debieran estar todos con los mismo derechos. Pertenecen al mismo género, especie y subespecie, con un cuarto apellido que indica raza o variedad. ¿Y del burro (Equus asinus) y yegua (Equus ferus)?. Sí, pero no.

Si se concoe algo en ciencia, y desde hace mucho tiempo, desde principios del siglo pasado, es que la naturaleza va a saltos (cuánticos o macroscópicos), pero solo de pensar en el diferente careto y manera de pensar en la especie homo creo que no debe de extrañarles a nadie dicho resultado.

Por otro lado se me plantean muchos interrogantes:

  • ¿Cuál es la frontera para obtener derechos?… la similitud genética del 96% o como sostenían los nazis al nivel de variedad.
  • Cuando hablemos de familia monoparental, querrá decir un hijo de padre/s mono?
  • ¿Será nuestro futuro como se refleja en la película el Planeta de los Simios?
  • ¿Veremos a Benedicto XVI bautizando a chimpancés (el milagro de los Panes)?
  • ¿Se llamará el último mono Pan Zeta?
  • ¿Que me dicen del derecho del nsar?
  • Sabía que, para algunos, tanto el Rey como Zapatero y Aznar son primates

En definitiva dejémonos de tonterías y llamémosle a las cosas por su nombre: al Pan chimpancé o bonobo y al Homo humano o primate.

Solidaridad etílica

Ahora que han entrado en vigor las subidas de los impuestos tanto para el alcohol como para el tabaco (10% y 5,3% respectivamente), se plantean diversos interrogantes y sobre todo contradicciones:

Por un lado diversas autonomías, gobernadas por el PP, se abstienen y otras como Ceuta y Melilla se oponen a la subida. Cuando El señor Gallardón decidió incrementar el precio de los carburantes con el tema del céntimo sanitario, a nadie del PP le pareció mal, pero ahora que son los del PSOE los que proponen gravar dichos artículos les parece fuera de lugar, porque incide negativamente sobre la inflación y se sube un impuesto que afecta sobre todo a las clases más humildes. Esto tiene un nombre: morro.

Según miembros destacados del PSOE esta subida incide sobre productos cuyo consume puede ser nocivo para la salud y, por tanto, generadores de gasto sanitario.

Hablemos de lo nocivo y perjudicial. Que le pregunten a los médicos si tomar un vaso de vino a las comidas es bueno para realizar una buena digestión o si el vino, al igual que la cerveza y otras bebidas alcohólicas no aporta elementos antioxidantes, vitaminas, etc. Ahora bien, bebiendo al estilo Maragall (para más información le remito al señor Valcárcel Siso) si es nocivo, aunque más solidario.

En lo que respecta al tabaco, si es cierto que tal y como dicen los estudios fumar un cigarrillo reduce cinco minutos la vida del fumador, o haciendo una estimación a largo plazo, acorta unos 10 años la vida del perseverante medio en el vicio. Quizá genere más gasto sanitario, si llegan a edad avanzada, pero, ¿y si se muere en un accidente de tráfico, laboral, de infarto de miocardio, etc?, lo que vulgarmente se conoce por accidente o muerte repentina. ¿Habrá sido solidario en exceso?. Al vivir menos, quizá ni llegue a cobrar la pensión de jubilación o la cobrará diez años menos, por lo que el ahorro puede ser sustancioso.

Con su muerte temprana permitirá mayor empleo y dinamismo en funerarias, cementerios y demás negocios relacionados con la muerte. Cuanto más fume más contribuirá a la salud de sus congéneres (¿altruismo?, ¿será un vicio el altruismo?)

Si se grava a los productos nocivos, ¿por qué no se suben los impuestos de los que hacen una dieta inadecuada, de los que hacen deportes de riesgo, de los conductores temerarios, etc.

Por qué no se gravan los coches que contaminan, las industrias que machacan el medioambiente y ya puestos, ¿por qué mantener los trabajos penosos y peligrosos?

Si quien fuma y bebe paga más impuestos ¿habría que prohibir las asociaciones de ex-alcohólicos?, ¿Rebajar impuestos a las discotecas… alcohol y drogas igual a cadáver joven?

Por eso si decide dar limosnas hágalo a los borrachos de la calle y regale tabaco, ¡será más solidario!

En fin, ¿no deberá pagar quien más tiene?, ¿quien más destrozos provoca? o es que lo elemental ya no sirve.

Narbona en su poltrona

Recientemente, la ministra de medio ambiente, en una rueda de prensa, como consecuencia del innumerable número de incendios forestales y la devastación producida, declara que debido a los pirómanos (el 90% de los incendios son provocados) y por falta de colaboracion ciudadana no se puede solventar esta situación.

No se en el resto de la península, pero puedo hablar del noroeste; al menos puedo decir que lo conozco mejor que el resto. El nuevo gobierno de la Xunta de Galicia se encuentra que, tras unos años de calma pirómana, esta ha resurgido con fuerza. El enloquecimiento generalizado de la sociedad, la pertinaz sequía y la falta de colaboración de los cuerdos, son la causa del problema.

Asumido por todos que la mayoría de los incendios son provocados, solo puedo decir que la península no está llena de pirómanos y que la sociedad no es insensible al devastador problema. Frente a la sequía no hay solución posible, a corto plazo. Lo que hay, por parte de los poderes públicos, es un desconocimiento o ignorancia premeditada de los motivos y causas.

En primer lugar, diré que los fuegos se producen cuando existe una carga de fuego, es decir, hay algo para quemar, y son devastadores si dicha carga fuego es importante, es decir, hay maleza.

En segundo lugar, dada la utilización de los métodos de subcontratación para la extinción de los incendios, se crea una élite empresarial que necesita de dichos fenómenos para subsistir y amortizar las inversiones (puede contagiar su tesis a los empleados) y que promueve la temporalidad y no se preocupa de la ausencia o deficiencia en la formación de sus trabajadores.

La madera quemada no se desperdicia, es perfectamente aprovechable. La industria del tablero, entre otras, sabe sacar provecho y cuando falta materia prima sabe como conseguirla y a buen precio, más, si el monte es público.

Algunos ganaderos y agricultores, por descuido o por tratar de conseguir terreno para ampliar la zona de pastos o de cultivo, tampoco son tontos y saben que hacer con el fin de obtenerlo.

En definitiva, no es una pandemia de piromanía transitoria. Existen causas objetivas sobre el motivo de los incendios forestales, el origen es humano.

Ahora bien, sentado lo anterior, sólo cabe abordar la solución de este problema mediante la prevención, pues apagar es más caro y causa graves e irreparables daños ecologicos y económicos. No es aconsejable fumar en el monte en período de sequía, pero es mucho más importante limpiarlo y vigilarlo adecuadamente para evitar su comienzo o propagación.

Finalmente, y en recuerdo de los diecisiete trabajadores fallecidos en Guadalajara diré que es preferible emplearlos desbrozando el monte durante el año, entraña cierto peligro, pero bastante menos que apagar un fuego.

Espero y deseo que esta tragedia sirva como punto de inflexión en la lucha contra esta devastación y se tomen las medidas preventivas por encima de las paliativas, de las que ya conocemos su eficacia y sus consecuencias.